El Presidente Vicente Fox, recibió una deuda del sector público que llegaba ya a los 2 billones 318 mil 200.1 millones de pesos, cifra que para los últimos días del 2002 alcanzaba ya los 2 billones 729 mil 842 millones de pesos que significaban un incremento del 17%, que al final de su mandato eleva a 3 billones 364 mil 650 millones de pesos. A Felipe Calderón Hinojosa le bastaron solamente 2 años para que la deuda pública llegara a los 4 billones 333 mil 123.5 millones de pesos, representando un 28.7%. Para ese entonces la población que teníamos registrada era de 107 millones 551 mexicanos (todavía no conocíamos el censo que nos arrojó 112 millones de habitantes), por lo que cada uno de nosotros debía (y digo debía por que hoy debemos más) la nada despreciable cantidad de 40 mil 289 pesos.
Alguien me podría decir que lo que importa es hablar de la deuda de los veracruzanos, no de los mexicanos, nomás le recuerdo que también somos mexicanos los veracruzanos y como tales tenemos derecho a saber que en el 2000 cada uno de nosotros debía 23 mil 700 pesos, deuda que tan sólo los primeros 4 años de Felipe Calderón se elevó a 42 mil 889 pesos, sin contar los últimos préstamos que nos ha otorgado el FMI y El Banco Mundial.
Tan sólo en sus primeros 8 años, los gobiernos panistas incrementaron la deuda en un 38%. Los créditos contratados por el Gobierno Federal panista en el mercado financiero nacional llegó en este lapso a 2 billones 529 mil 552 millones de pesos, cantidad que equivale al 20% del PIB y que se traduce en un 48.5% en relación al saldo con que inició el actual Presidente de la República. Así tenemos que Felipe Calderón contrató en esos primeros 4 años de gobierno, cada 24 horas, 939 millones de pesos que sumada la deuda interna y externa representan el 32.4% del PIB, cuando en diciembre de 2008 era de 21.4% y en 2007 de 17.4%.
El último domingo de enero de 2011 podíamos leer en los diarios nacionales: “De acuerdo con los Informes sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública, al cuarto trimestre de 2010, difundido por la Secretaría de Hacienda, el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público en su versión más amplia (que incluye las deudas interna y externa, las deudas de CFE y Pemex, el rescate carretero, banca de desarrollo, rescate bancario y Pidiregas) ascendió a 4 billones 817 mil 385 millones de pesos, equivalente a 35.2 por ciento del PIB”.
Para ver cuánta razón le asiste al gobernador Javier Duarte de Ochoa, en su reclamo a aquellos que quieren hacer escándalo y bandera de la deuda en Veracruz y que por otra parte callan el tamaño de la deuda que han contraído los gobiernos panistas en el ámbito federal, bastaría subrayar que la deuda total de todos los estados de la federación hasta diciembre de 2010, es de 314 mil 935 millones de pesos, es decir, apenas el 2.4% del Producto Interno Bruto, en tanto que la deuda del gobierno federal que encabeza Felipe Calderón, es de 4 billones 817 mil 385 millones de pesos, que representa el 35.2% del PIB. Los números ponen al descubierto la argucia electorera del PAN.
Si partimos de que en las últimas décadas de los gobiernos priístas el precio del petróleo anduvo por debajo de los 10 dólares por barril, que hubo fuga de capitales y que también nos pegó la inflación, cosa que se oculta, no era ajena a los países de nuestra área geográfica, y que, como contraparte, los gobiernos panistas han tenido la fortuna de que los precios del petróleo rebasen los 100 dólares por barril y no hayan tenido fuga de capitales, es preocupante el destino y el monto de una deuda pública que ya amenaza la estabilidad nacional, y más cuando muchas obras de infraestructura, aun cuando se las adjudican, son de capital privado nacional y extranjero.
Cifras más cifras menos, pero como puede verse su variación es mínima, por eso mismo irrefutable, como irrefutable es que su monto total se equipare a nuestro PIB y que su incremento con Calderón supere el 100%.
Existen 50 mil millones de dólares obtenidos por excedentes petroleros durante el gobierno de Vicente Fox, que nadie nos ha informado hasta ahora donde quedaron.
La deuda pública es un flagelo que amenaza colapsar al país, como lo amenaza los casos de corrupción descubiertos en Pemex, en el Seguro Social, en el ISSSTE, como lo amenaza la inseguridad, los más de 36 mil ejecutados en lo que va el sexenio de Calderón, los miles de secuestros no resueltos, como lo amenaza los subejercicios presupuestales, como lo amenaza los gastos excesivos en publicidad, pero la mayor amenaza viene de la demagogia de los panistas al ofrecer en el Estado de México una alianza con la ciudadanía. Está más que obvio que por fin han descubierto que siempre han actuado en contra de la ciudadanía. Aunque demasiado tarde pero ojalá tan siquiera sirviera para que nos hablen con la verdad y si nunca han estado aliados con la ciudadanía, nos digan por fin con quien han estado aliados.
Alguien me podría decir que lo que importa es hablar de la deuda de los veracruzanos, no de los mexicanos, nomás le recuerdo que también somos mexicanos los veracruzanos y como tales tenemos derecho a saber que en el 2000 cada uno de nosotros debía 23 mil 700 pesos, deuda que tan sólo los primeros 4 años de Felipe Calderón se elevó a 42 mil 889 pesos, sin contar los últimos préstamos que nos ha otorgado el FMI y El Banco Mundial.
Tan sólo en sus primeros 8 años, los gobiernos panistas incrementaron la deuda en un 38%. Los créditos contratados por el Gobierno Federal panista en el mercado financiero nacional llegó en este lapso a 2 billones 529 mil 552 millones de pesos, cantidad que equivale al 20% del PIB y que se traduce en un 48.5% en relación al saldo con que inició el actual Presidente de la República. Así tenemos que Felipe Calderón contrató en esos primeros 4 años de gobierno, cada 24 horas, 939 millones de pesos que sumada la deuda interna y externa representan el 32.4% del PIB, cuando en diciembre de 2008 era de 21.4% y en 2007 de 17.4%.
El último domingo de enero de 2011 podíamos leer en los diarios nacionales: “De acuerdo con los Informes sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública, al cuarto trimestre de 2010, difundido por la Secretaría de Hacienda, el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público en su versión más amplia (que incluye las deudas interna y externa, las deudas de CFE y Pemex, el rescate carretero, banca de desarrollo, rescate bancario y Pidiregas) ascendió a 4 billones 817 mil 385 millones de pesos, equivalente a 35.2 por ciento del PIB”.
Para ver cuánta razón le asiste al gobernador Javier Duarte de Ochoa, en su reclamo a aquellos que quieren hacer escándalo y bandera de la deuda en Veracruz y que por otra parte callan el tamaño de la deuda que han contraído los gobiernos panistas en el ámbito federal, bastaría subrayar que la deuda total de todos los estados de la federación hasta diciembre de 2010, es de 314 mil 935 millones de pesos, es decir, apenas el 2.4% del Producto Interno Bruto, en tanto que la deuda del gobierno federal que encabeza Felipe Calderón, es de 4 billones 817 mil 385 millones de pesos, que representa el 35.2% del PIB. Los números ponen al descubierto la argucia electorera del PAN.
Si partimos de que en las últimas décadas de los gobiernos priístas el precio del petróleo anduvo por debajo de los 10 dólares por barril, que hubo fuga de capitales y que también nos pegó la inflación, cosa que se oculta, no era ajena a los países de nuestra área geográfica, y que, como contraparte, los gobiernos panistas han tenido la fortuna de que los precios del petróleo rebasen los 100 dólares por barril y no hayan tenido fuga de capitales, es preocupante el destino y el monto de una deuda pública que ya amenaza la estabilidad nacional, y más cuando muchas obras de infraestructura, aun cuando se las adjudican, son de capital privado nacional y extranjero.
Cifras más cifras menos, pero como puede verse su variación es mínima, por eso mismo irrefutable, como irrefutable es que su monto total se equipare a nuestro PIB y que su incremento con Calderón supere el 100%.
Existen 50 mil millones de dólares obtenidos por excedentes petroleros durante el gobierno de Vicente Fox, que nadie nos ha informado hasta ahora donde quedaron.
La deuda pública es un flagelo que amenaza colapsar al país, como lo amenaza los casos de corrupción descubiertos en Pemex, en el Seguro Social, en el ISSSTE, como lo amenaza la inseguridad, los más de 36 mil ejecutados en lo que va el sexenio de Calderón, los miles de secuestros no resueltos, como lo amenaza los subejercicios presupuestales, como lo amenaza los gastos excesivos en publicidad, pero la mayor amenaza viene de la demagogia de los panistas al ofrecer en el Estado de México una alianza con la ciudadanía. Está más que obvio que por fin han descubierto que siempre han actuado en contra de la ciudadanía. Aunque demasiado tarde pero ojalá tan siquiera sirviera para que nos hablen con la verdad y si nunca han estado aliados con la ciudadanía, nos digan por fin con quien han estado aliados.
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