BOLETIN DE PRENSA
29-06-10
El presidente de la Fundación Colosio, Inocencio Yáñez Vicencio, dijo que la diferencia con el autodenominado Movimiento Ciudadano que ha inventado el PAN para simular un respaldo que evidentemente no tienen de parte de la sociedad, es que mientras ellos expresan en su desplegado aparecido el jueves 24, “que tiene como propósito principal el finiquito de lo que representa el fidelismo”, lo que delata su incorporación a un proyecto intolerante y autoritario; nosotros, los priístas, sostenemos que en Veracruz cabemos todos, incluso esos que sin ninguna ética saltan de un partido a otro y que ahora para poder legitimarse andan poniéndose al mejor postor, cambian la etiqueta política por la ciudadana, como si fuera posible hacerlo sin dejar la militancia partidista, igual que lo hace Pro Vida o el Yunque: quieren los beneficios de la política sin asumir los costos de llamarse político, sea por rentabilidad o porque se avergüencen de ello, como viles traficantes de etiquetas.
No se necesita ser un especialista en desequilibrios mentales para percibir que reflejan hasta problemas existenciales quienes primero defienden un Estado social y luego un Estado subsidiario, primero un Estado laico y luego un Estado confesional, primero la asistencia social como un reconocimiento a los derechos sociales y luego la asistencia social como una caridad, primero la democracia desde el punto de vista normativo y después la democracia desde el punto de vista instrumental, primero la concepción individual y después la concepción orgánica de la sociedad, primero teniendo la interacción social como fuente de los derechos humanos y después aceptando como fuente la naturaleza, con lo cual nunca se hubiese realizado ni la Reforma Agraria ni la expropiación petrolera.
La política no es un fin en si misma, nació por y para algo. La razón de ser de la política es la diferencia y su objetivo el acuerdo. Si no hubiera diferencias en el tener, en el pensar, en el creer, etc., la política no habría surgido. Hoy mismo si la política desapareciera, no desaparecerían los diferentes niveles económicos y sociales, las distintas visiones del mundo, los diferentes credos, por el contrario, los antagonismos terminarían liquidándose, finiquitándose, razón por la cual debe haber varias expresiones de esas diferencias que compitan para tener los puestos y los cargos de representación con que ejecuten las políticas públicas y producir las leyes para plasmar en las obras y la voluntad común su concepción de la misma organización jurídico-política, pero también de la organización económico-social y cultural de la sociedad, lo que explica también que pueda haber partidos afines ideológicamente que se alíen pero no antagónicos, al menos que no existan las reglas constitutivas de la competencia o el partido niegue ser una expresión social situándose por encima de la conflictividad, quedando reducido a un simple instrumento para renovar el personal que gobierna pero cancelándose como una opción para el cambio de la sociedad, con lo cual muestran que solo viven para el botín, clasificándose en lo que Weber denominaba partido de patronazgo, o lo que hoy se conoce como partido cártel.
La intolerancia engendra violencia, violencia que ha cobrado la vida de Rodolfo Torre Cantú, de cuya muerte son sospechosos sus principales beneficiarios, los que quieren impedir a toda costa que el PRI gane y regrese a los Pinos en el 2012.
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