24-08-10
Cuestionado el presidente de la Fundación Colosio en Veracruz, Inocencio Yáñez Vicencio, sobre el desaire que le hicieron los priístas y perredistas al diálogo al que convoca a las fracciones de estos partidos en el Congreso de la Unión, sobre el tema de seguridad, expresó que ha quedado claro que no son interlocuciones para consensuar una estrategia para enfrentar unidos al crimen organizado sino farsas para repartir culpas y erigirse en el apóstol de una batalla que llevamos perdida porque no tiene ni estrategia ni estratega. ¡Basta de buscar a quien echarle la culpa de sus fracasos, la sociedad quiere soluciones!
Si el arma letal -dijo Inocencio Yáñez- del crimen organizado es la sorpresa, se hace muy sospechoso que hasta ahora solamente actuemos a reacción y atenidos a las llamadas anónimas y no hayamos reconstruido el aparato de inteligencia que en otro tiempo mantuvo a raya a la delincuencia.
El presidente de la Fundación Colosio en Veracruz explicitó que lo que está claro es que Felipe Calderón parte del grave error de creer que el pacto fundacional del Estado lo realizan las entidades federativas u otros cuerpos, cuando bien sabemos que es resultado de la voluntad de sus hombres y mujeres que integran la comunidad que libremente decide constituir el poder común, el que solamente existe y existirá, en tanto sea capaz de dar por lo menos seguridad a la vida y a los bienes de quienes se han abrigado a la organización jurídico-política.
De acuerdo con el analista tuxpeño, el Estado solamente puede concebirse o como comunidad o como aparato, pero en cualquiera de estos dos casos, el poder del Estado, es decir, el que resulta de la renuncia de sus ciudadanos a la justicia de propia mano y depositan en él, debe ser y demostrar que es superior a los desafíos de los poderes clandestinos y fácticos, por lo que es una falacia del presidente Calderón decir: “que el día en que los gobiernos de los estados del país se comprometan con el fortalecimiento y confiabilidad de sus policías, ese día superaremos definitivamente a la delincuencia”, porque si la ley reserva el combate al crimen organizado al Gobierno Federal, es precisamente porque en estricto rigor tenemos un solo Estado, independientemente de que tenga una estructura central o federativa y es a ese Estado al que se le dotan de las potestades y los recursos suficientes para disuadir y rechazar toda tentativa de disolución, ahora que si el presidente no puede o lo que busca es someter a las entidades que no controla, es otra cosa.