21 abr 2010

EL DEBATE DEL DEBATE

BOLETIN DE PRENSA
21 - 04 – 10

Con relación al debate solicitado por los candidatos al gobierno del estado, Inocencio Yáñez Vicencio, expresa: 1.- Es falso que en todas las democracias modernas haya debates. Si bien es cierto que en Estados Unidos se realizan con regularidad, no sucede así en Europa. En Francia no siempre se celebran. En Alemania se lleva a cabo bajo un esquema muy distinto al norteamericano; 2.- No solamente es ridículo sino el colmo de la desvergüenza que quien ha hecho de la represión su carta de presentación en todos los puestos que ha tenido, aparezca ahora como el más interesado en el debate; 3.- No es nada casual que los debates mediáticos se lleven a cabo ahí donde la oferta política no es determinada por las quiebras sociales sino es impuesta por los mismos contendientes, relegando a un segundo término los temas económicos, sociales, culturales y políticos; 4.- Los debates mediáticos son el último recurso de que se echa mano hoy para decidir entre propuestas muy homogeneizadas, como son los casos que se presentan entre el partido republicano y el partido demócrata; 5.- En las sociedades homogéneas, donde la oferta política refleja esa estructura social, pueden ser útiles esos espectáculos donde la frivolidad sustituye a las ideas y la preferencia se hace en función de trivialidades y banalidades, como quien lleva mejor el nudo de la corbata, se trompica o camina correctamente, por eso los veracruzanos no quisiéramos que en lugar que tengamos que decidir entre los grandes asuntos nacionales y locales se nos ponga ahora a escoger entre cuestiones anodinas; 6.- Los debates no permiten ni diagnóstico ni explicaciones, cuando mucho dan tiempo para un discurso contingente, que relega los deslindes de fondo sobre los principales problemas de la sociedad; 7.- Es una regla que siempre insista con mas fuerza en la realización del debate quien se siente perdido; 8.- Una regla de oro es que quien va más de 5 puntos arriba de las encuestas no acepte el debate, por la sencilla razón de que ningún debate hace variar más de 5 puntos las preferencias; 9.- Solamente la desesperación y la arrogancia puede llevar a pedir el debate a quien trae a Veracruz las recetas fallidas de Felipe Calderón; 10.- Quienes le apostamos más que a la retórica a la argumentación, estamos seguros que Javier Duarte avasallaría en ese debate por la validez de nuestras propuestas y el aval de una obra pública exitosa.

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